El autoconsumo colectivo es una solución estratégica que permite a varias empresas ubicadas en un mismo edificio, polígono o entorno empresarial compartir la energía solar generada por una instalación común. Pero lo importante de este modelo está en cómo se reparte esa energía entre los participantes.
Te explicamos cómo funciona el reparto energético en instalaciones colectivas, qué tipos de acuerdos permite la normativa española, y por qué un buen diseño del reparto puede marcar la diferencia en el ahorro energético y fiscal de tu empresa.
¿Qué implica repartir la energía en un sistema colectivo?
Cada participante recibe una porción de la energía generada en base a un coeficiente de reparto previamente acordado. Este coeficiente puede definirse en función del consumo histórico, la superficie, el porcentaje de inversión o criterios internos de la comunidad energética. Gracias a ello, se consigue:

Optimizar el uso de la energía generada localmente
reduciendo la dependencia de la red eléctrica.

Asignar excedentes de forma proporcional
permitiendo su compensación o vertido a red si corresponde.

Controlar los flujos energéticos
en tiempo real, mejorando la gestión y previsión del consumo.
Para que este modelo funcione, se requiere:
- Un acuerdo legal entre los participantes que determine el reparto.
- Una instalación fotovoltaica con contador de generación.
- Un sistema de monitorización y comunicación con la distribuidora.
Este sistema no solo mejora la eficiencia energética del edificio o polígono empresarial, sino que también permite a cada entidad saber exactamente cuánta energía ha consumido, cuánto ha ahorrado y cuánto ha vertido, manteniendo la trazabilidad de principio a fin.
Modalidades de reparto energético en autoconsumo colectivo
Reparto fijo
En esta opción, cada participante recibe el mismo porcentaje de energía en todas las horas del año. Es el modelo más simple y estable, ideal para comunidades empresariales con consumos regulares y acuerdos de largo plazo. También facilita la previsibilidad en la compensación de excedentes.
Ejemplo: si una empresa tiene un 25% del coeficiente de reparto, siempre recibirá el 25% de la energía generada, sin importar la hora o el día.
Reparto dinámico
Este modelo permite asignar coeficientes distintos para cada hora del día, ajustando el reparto en función de los hábitos de consumo de cada usuario. Es ideal para maximizar el aprovechamiento de la energía solar en comunidades con perfiles de consumo muy diferentes (por ejemplo, empresas logísticas vs. oficinas).
La ventaja es que permite optimizar el uso de energía solar en tiempo real, alineando el reparto con los picos de demanda.
“La normativa permite modificar los coeficientes una vez al año, siempre que haya acuerdo entre todas las partes.”
Ambas modalidades pueden coexistir en un mismo sistema si así se acuerda entre las partes, aunque lo más habitual es optar por una única fórmula consensuada desde el inicio del proyecto.
Cómo se calcula y aplica el reparto de energía en la práctica
Definido el modelo de reparto (fijo o dinámico), el siguiente paso es establecer los coeficientes de reparto y aplicarlos correctamente. Este proceso implica tanto decisiones internas de los participantes como comunicación técnica con la distribuidora eléctrica.
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Acuerdo de reparto
Las empresas participantes deben acordar los porcentajes que les corresponderán de la energía generada. Este acuerdo debe reflejarse en un documento oficial firmado por todas las partes. Los criterios más comunes para definir los coeficientes son:
- Nivel de consumo energético mensual o anual.
- Aporte económico a la instalación.
- Horarios de actividad o demanda energética.
- Uso de baterías o sistemas de almacenamiento.
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Creación del fichero de coeficientes
Este fichero es un documento digital que recoge los valores numéricos de reparto para cada participante. Si se ha elegido un modelo dinámico, se deberán indicar los coeficientes para cada hora del año. La suma de todos los coeficientes debe ser exactamente 1 en cada hora.
Ejemplo: Si la instalación genera 100 kWh a las 14:00 y la empresa A tiene un coeficiente de 0,3, le corresponden 30 kWh de esa producción horaria.
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Envío a la distribuidora
El fichero se envía a la distribuidora eléctrica, que se encargará de aplicar el reparto automático de energía y compensar los excedentes en la factura de cada participante. Si el fichero no se actualiza anualmente, la distribuidora aplicará los coeficientes del año anterior.
Cómo se formaliza y por qué es obligatorio
El acuerdo de reparto es el documento clave que regula cómo se distribuye la energía generada entre los diferentes puntos de consumo que participan en una instalación de autoconsumo colectivo. No es una formalidad secundaria: es obligatorio según el Real Decreto 244/2019 y condición indispensable para que la distribuidora pueda asignar correctamente la energía a cada consumidor.
Para una empresa o agrupación empresarial, este acuerdo representa la base jurídica y operativa del reparto energético, asegurando que cada parte reciba exactamente la proporción de energía acordada, evitando conflictos, sobrecostes o desequilibrios de facturación.
¿Qué debe contener el acuerdo de reparto?
- Identificación de los participantes (empresas, naves, oficinas…)
- Coeficiente de reparto individual: el porcentaje de la energía total asignado a cada punto de suministro (debe sumar 1 entre todos)
- Tipo de reparto: constante durante el año, o variable por horas (coeficientes dinámicos)
Duración: hasta 4 años por defecto, prorrogable hasta 20 años. - Fichero de coeficientes: documento que traslada los porcentajes a formato electrónico para la distribuidora
- Firmas de todos los participantes
¿Por qué es crítico?
Porque sin este documento:
- No se puede aplicar el reparto individualizado de energía.
- No se puede activar la compensación de excedentes.
- No se valida la modalidad de autoconsumo colectivo ante la distribuidora.
El acuerdo es modificable una vez al año si todos los participantes lo aprueban, lo que permite ajustes en caso de cambios en los consumos, ampliaciones o incorporación de nuevos miembros.
Ejemplo de reparto en instalaciones colectivas para empresas
Para entender cómo se reparte la energía en una instalación de autoconsumo colectivo entre varias empresas, veamos un caso práctico simplificado basado en coeficientes fijos.
Un polígono industrial con 4 empresas comparte una instalación fotovoltaica de 100 kW. La energía generada se reparte según los siguientes coeficientes acordados:
Empresa | Coeficiente de reparto | Energía asignada (sobre 100 kWh/h) |
Empresa A (logística) | 0,40 | 40 kWh |
Empresa B (oficinas) | 0,25 | 25 kWh |
Empresa C (almacén) | 0,20 | 20 kWh |
Empresa D (taller) | 0,15 | 15 kWh |
TOTAL | 1,00 | 100 kWh |
¿Qué sucede si no consumen toda su energía asignada?
- Si la Empresa B solo consume 15 kWh de los 25 kWh asignados, los 10 kWh restantes computan como excedente.
- Si la modalidad lo permite, ese excedente se compensa en la factura o se puede vender al mercado eléctrico (según el tipo de autoconsumo).
¿Y si una empresa consume más de lo asignado?
- El exceso se cubre con energía de la red.
- Esa parte sí se factura como suministro convencional por la comercializadora.
Este reparto permite a cada empresa tener visibilidad directa de su energía generada, consumida y excedentaria, y ajustar así sus estrategias de consumo, ahorro y sostenibilidad.
Cómo aprovechar los excedentes en instalaciones colectivas
En una instalación colectiva de autoconsumo, los excedentes se generan cuando una empresa no consume toda la energía solar que le corresponde según su coeficiente de reparto. Este sobrante energético puede convertirse en una oportunidad directa de ahorro o beneficio económico, dependiendo del modelo elegido.
Modalidades para gestionar los excedentes
- Compensación simplificada:
Los excedentes se descuentan directamente de la factura eléctrica, reduciendo el importe mensual. Es la opción más común para pymes y empresas con consumos moderados, y no requiere darse de alta como productor. - Venta de energía a red:
Las empresas con excedentes constantes pueden registrarse como productores de energía, vender la electricidad no consumida al mercado y generar ingresos adicionales. Esta modalidad implica obligaciones fiscales y regulatorias, pero es viable en proyectos de mayor escala o con excedentes continuos.
Por último, la flexibilidad que permite rediseñar los coeficientes de reparto cada año ayuda a adaptar la distribución de la energía al consumo real de cada empresa, optimizando el rendimiento del sistema compartido.
¿Por qué contar con un gestor especializado optimiza el reparto?
Un gestor energético facilita desde el diseño de los coeficientes de reparto hasta su implementación y adaptación periódica, asegurando que cada empresa implicada reciba la proporción adecuada de energía según sus consumos reales. También actúa como interlocutor con la distribuidora y la comercializadora, gestionando el alta, posibles modificaciones, incidencias o auditorías técnicas.
Pudiendo detectar desviaciones de consumo, proponer ajustes dinámicos y asesorar sobre medidas complementarias como baterías, mejoras en eficiencia o integraciones con sistemas de monitorización en tiempo real.
En proyectos colectivos donde participan múltiples empresas o sedes, externalizar esta gestión en un especialista garantiza agilidad, cumplimiento normativo y el aprovechamiento máximo de la instalación.
Diseño, gestión y reparto para empresas con Soldelia
En Soldelia acompañamos a empresas que apuestan por el autoconsumo colectivo con una solución integral que va mucho más allá de la instalación técnica. Diseñamos proyectos a medida, optimizados desde el primer kWh, y nos encargamos de todos los aspectos clave: viabilidad técnica y legal, tramitación, gestión de permisos, configuración del acuerdo de reparto y seguimiento continuo del rendimiento.
Nuestro equipo especializado en autoconsumo colectivo analiza los perfiles de consumo de cada empresa participante para establecer coeficientes justos, eficientes y adaptables. Nos encargamos de toda la comunicación con la distribuidora y supervisamos que el reparto energético funcione correctamente desde el primer día.
Repartimos energía, pero sobre todo repartimos resultados.