¿Sabías que más del 70 % de la potencia de autoconsumo en España ya pertenece a empresas?
En 2024, el país superó los 8,58 GW instalados, y aunque el ritmo de nuevas conexiones ha bajado, el autoconsumo solar sigue siendo una de las formas más rentables de ahorrar en la factura eléctrica, ganar autonomía energética y reducir la huella de carbono.
Pero a la hora de dar el paso, muchas empresas se encuentran con una duda:
¿Me conviene el autoconsumo individual, el colectivo o el remoto?
El individual es solo para un usuario, el colectivo se comparte entre varios, el remoto te conecta a una planta externa sin instalación propia.
Cada modalidad tiene sus ventajas, requisitos legales y niveles de inversión. Y elegir bien puede marcar la diferencia entre un ahorro del 30 % o del 70 %.
¿Qué es el autoconsumo individual, colectivo y remoto?

Autoconsumo individual
El autoconsumo individual es una modalidad en la que una persona o empresa genera su propia energía eléctrica a través de una instalación fotovoltaica conectada a su red interna. Toda la energía producida se destina a un único punto de consumo, que suele estar ubicado en el mismo edificio o propiedad donde se instalan los paneles solares. Este modelo es el más habitual en viviendas unifamiliares y en empresas con tejado propio. La producción se utiliza en el momento, aunque también puede complementarse con baterías para almacenar excedentes o con sistemas de vertido a red, si así se desea. Más adelante veremos qué condiciones requiere, qué ventajas ofrece y cuándo resulta más interesante frente a otras opciones.

Autoconsumo colectivo
El autoconsumo colectivo es una modalidad en la que varios consumidores comparten la energía generada por una misma instalación fotovoltaica, que puede estar ubicada en un tejado común o en una instalación externa cercana. A diferencia del modelo individual, aquí no hay un único propietario del sistema solar, sino que varios usuarios —ya sean viviendas, comercios o empresas— se asocian para aprovechar juntos la electricidad producida. Cada uno recibe una parte de la energía, según un reparto previamente acordado. Hasta junio de 2025, este modelo solo era viable si los puntos de consumo estaban situados a menos de 2 km de la planta. Pero con la aprobación del Real Decreto-ley 7/2025, esa distancia se ha ampliado a 5 km, lo que facilita mucho su implantación, especialmente en polígonos industriales, cooperativas energéticas o agrupaciones de pymes. Para que una instalación se considere colectiva, los consumidores deben cumplir con ciertos criterios técnicos que garanticen la conexión dentro de la misma red de distribución. Veremos esos requisitos en detalle más adelante.

Autoconsumo remoto
El autoconsumo remoto, también conocido como autoconsumo a distancia, es una modalidad en la que el consumidor utiliza energía solar producida en una instalación fotovoltaica que no se encuentra en su ubicación física, sino en un parque solar o planta externa gestionada por un tercero. A diferencia del autoconsumo individual o colectivo, el usuario no está conectado directamente a los paneles solares. En su lugar, adquiere una parte de la energía generada en una instalación lejana y recibe la compensación correspondiente en su factura eléctrica. Este modelo no está definido de forma explícita en la normativa española, pero funciona a través de acuerdos comerciales entre el cliente y la empresa propietaria del parque solar. Es una opción pensada principalmente para quienes no disponen de espacio propio para instalar paneles, como inquilinos, pequeños negocios en zonas urbanas o personas que buscan energía renovable sin obras ni instalación. En la siguiente sección compararemos las tres modalidades para entender en qué se diferencian y cuándo puede ser más interesante una que otra.
Diferencias entre el autoconsumo individual, colectivo y remoto
Una vez conocidas las tres modalidades, es fundamental entender en qué se diferencian realmente a la hora de invertir, consumir, ahorrar y participar. Esta comparativa práctica te ayudará a valorar cuál se ajusta mejor a tu situación, especialmente si gestionas una empresa o comunidad.
Energía generada y uso
- Autoconsumo individual: Si tienes tu propia instalación, tú mandas… pero también asumes que la energía que generas se debe consumir en el momento. ¿No la usas? Se pierde, a menos que tengas baterías o estés acogido a compensación por excedentes. En resumen: el control es total, pero también la responsabilidad.
- Autoconsumo colectivo: Aquí la cosa se reparte. La energía generada en la planta compartida se distribuye entre todos los participantes según unos coeficientes acordados. Esto permite ajustar el consumo a las necesidades reales de cada usuario, con mayor eficiencia. Si un miembro consume menos, otro puede aprovecharlo mejor.
- Autoconsumo remoto: Ni generas tú ni estás conectado a los paneles. En este caso, adoptas una parte de la producción de un parque solar a distancia y recibes tu parte de energía, que se descuenta en la factura. Es como suscribirte a una porción de sol sin tener que preocuparte de nada técnico.
Inversión inicial
- Individual: Tú. Si quieres una instalación en tu tejado, debes asumir toda la inversión inicial. Eso sí, puedes acogerte a ayudas, subvenciones, deducciones fiscales… y en pocos años, la instalación se amortiza y empieza a darte beneficios.
- Colectivo: Aquí la inversión se reparte. Si formas parte de una comunidad solar o te unes a un grupo de empresas, pagarás solo tu parte proporcional. Incluso hay modelos (como los gestionados por terceros) donde no tienes que invertir nada: simplemente consumes y pagas por la energía.
- Remoto: Lo bueno de esta modalidad es que no necesitas inversión en obras ni en equipos. Puedes comprar paneles de un parque solar o simplemente pagar una cuota mensual según el modelo que elijas. Es la opción más accesible desde el punto de vista económico inicial, aunque también la que ofrece menos control.
Necesidad de tejado propio
- Individual: Sí o sí. Sin tejado (o al menos espacio en propiedad con buena orientación solar), esta opción no es viable. Es la modalidad más dependiente del espacio físico disponible.
- Colectivo: No hace falta que tengas tejado propio. Puedes beneficiarte de una instalación compartida en el edificio o en una ubicación cercana (hasta 5 km gracias al nuevo Real Decreto-ley).
- Remoto: Aquí el tejado no importa. Puedes vivir en un piso interior, alquilar una oficina en un ático o estar en medio de la ciudad. Solo necesitas conexión eléctrica y ganas de ahorrar.
Reparto de energía
- Individual: Lo que se genera, se consume directamente en tu red. Si produces más de lo que usas en el momento, puedes almacenarlo en baterías o compensarlo en la factura.
- Colectivo: La producción se reparte virtualmente entre los participantes según un acuerdo previo. Ese reparto se comunica a la distribuidora y se aplica de forma automática en las facturas.
- Remoto: La empresa que gestiona el parque asigna tu parte y se refleja como descuento en la factura. No tienes que hacer repartos ni cálculos: todo está gestionado por contrato.
Escalabilidad y flexibilidad
- Individual: Es bastante flexible si tienes espacio: puedes empezar con pocos paneles y ampliarlos, o añadir baterías más adelante. Eso sí, dependes de tus propios recursos y superficie.
- Colectivo: Muy adaptable, sobre todo ahora que se pueden combinar instalaciones propias con participación en plantas compartidas. Ideal para empresas que quieren ampliar sin complicarse.
- Remoto: Aquí la flexibilidad depende de los contratos: puedes contratar más paneles o reducir tu cuota, pero no controlas la planta ni puedes hacer ajustes técnicos por tu cuenta.
¿Qué condiciones debo cumplir para cada tipo?
Si te estás planteando pasarte al solar pero no tienes claro cuál es tu opción, no te preocupes. Vamos a ver, paso a paso y sin tecnicismos, qué necesitas para optar por cada modelo. Verás que, más que una decisión técnica, es cuestión de conocer tu situación y tus posibilidades.
¿Tienes espacio y ganas de tenerlo todo bajo control? (Modelo individual)
- Lo primero que necesitas es un tejado propio, o al menos uno al que puedas acceder y usar para instalar paneles. Si tiene buena orientación y no hay sombras, mejor todavía.
- También tendrás que contar con cierta capacidad de inversión. No es necesario pagarlo todo de golpe porque existen ayudas y deducciones, pero sí necesitas asumir que es una instalación a tu cargo.
- Mira cómo consumes la energía durante el día. Si usas mucha electricidad por la mañana o puedes ajustar algunos consumos con programadores o baterías, aprovecharás mejor la energía generada.
- Por último, conviene que estés en una zona con buena radiación solar. En la mayoría de España esto no es problema, pero cuanto más sol, más rendimiento y más rápido amortizas.
Esta opción es para quienes buscan independencia, ahorro a medio plazo y tienen espacio propio. La inversión inicial se compensa con el tiempo.
¿Prefieres compartir y no preocuparte de instalaciones? (Modelo colectivo)
- Aquí no necesitas tener un tejado propio. Basta con que vivas cerca de una planta solar compartida o en una comunidad que quiera montar una. Hoy en día, puedes estar hasta a 5 km de la instalación y seguir beneficiándote.
- En muchos casos no hace falta que pongas ni un euro para empezar. Hay comunidades solares que ya están funcionando y tú solo pagas por la energía que consumes, a un precio fijo mucho más bajo que el de tu comercializadora.
- Si en tu zona hay otras personas o empresas interesadas, puedes unirte sin complicarte. O si vives en un edificio con vecinos que quieren ahorrar, podéis hacerlo juntos.
- Además, si te motiva el ahorro, pero también el impacto ambiental positivo y participar en un proyecto común, este modelo tiene mucho sentido.
Ideal para quienes no quieren o no pueden invertir, pero sí buscan una forma inteligente y compartida de pasarse a la solar.
¿No tienes tejado ni opción de instalar nada? (Modelo remoto)
- No importa dónde vivas, ni si estás de alquiler o tienes un local en un edificio protegido. En esta opción no necesitas tocar nada en tu espacio.
- Lo único que haces es contratar tu parte de energía en un parque solar ya existente. Puede ser un número determinado de paneles o una cantidad estimada de consumo.
- Esa energía se te descuenta directamente en la factura de la luz. No hay obras, no hay instalaciones, ni tienes que preocuparte del mantenimiento.
- Es un modelo muy cómodo, pensado para quien quiere empezar a ahorrar desde el primer mes sin complicaciones técnicas ni permisos.
Es la forma más fácil y directa de acceder a energía solar. No da tanto ahorro como una instalación propia, pero es flexible y sin barreras.
Empresa | Coeficiente de reparto | Energía asignada (sobre 100 kWh/h) |
Empresa A (logística) | 0,40 | 40 kWh |
Empresa B (oficinas) | 0,25 | 25 kWh |
Empresa C (almacén) | 0,20 | 20 kWh |
Empresa D (taller) | 0,15 | 15 kWh |
TOTAL | 1,00 | 100 kWh |
¿Qué opción de autoconsumo es mejor si eres empresa?
No todas las empresas tienen las mismas condiciones. Algunas tienen espacio de sobra, otras están en alquiler, otras ni siquiera pueden tocar el tejado. Por eso, lo importante es no ir a ciegas y elegir bien desde el principio.
En la tabla de abajo te resumo las opciones más habituales según el tipo de empresa. Así, en vez de perderte en tecnicismos, puedes ver rápidamente qué te conviene, por qué y cuánto podrías ahorrar.
Perfil de empresa | Opción recomendada | Por qué te conviene |
Tienes tejado o terreno propio y un consumo elevado (industria, gran comercio, logística, etc.) | Autoconsumo individual | Generas tu propia energía in situ, reduces la factura entre un 30 % y un 70 %, controlas toda la instalación, puedes vender excedentes y amortizas en 4–10 años. Alta rentabilidad y autonomía energética. |
Estás en un polígono industrial o nave alquilada sin espacio propio | Autoconsumo colectivo | Compartes la planta solar con otras empresas cercanas (hasta 5 km), no necesitas inversión, solo pagas por la energía consumida (~0,06 €/kWh). Accedes a bonificaciones fiscales y puedes combinar con otros modelos. |
Tienes una oficina o local sin posibilidad de instalar ni compartir tejado | Autoconsumo remoto | Contratas energía desde un parque solar y se descuenta en tu factura. No requiere obras, ni mantenimiento. Ahorro del 30–40 %. Perfecto para pequeñas empresas y coworking o oficinas técnicas. |