La transición energética ya no es cosa del futuro es una realidad presente. Cada vez más personas buscan soluciones sostenibles, eficientes y colectivas para reducir su dependencia de la red eléctrica convencional. En este contexto, la energía solar en comunidades de vecinos se ha convertido en una alternativa ideal para quienes desean generar y consumir su propia electricidad desde la azotea de su edificio, apostando por el autoconsumo solar colectivo de forma sencilla y segura.
En Soldelia ayudamos a comunidades de propietarios a crear instalaciones solares en edificios de vecinos, sin complicaciones ni inversiones individuales innecesarias. Nuestro objetivo es facilitar la transición hacia un modelo energético más accesible, eficiente y respetuoso con el entorno.
Pero antes de llevar a cabo un estudio de viabilidad o instalar los paneles solares, es fundamental seguir algunos pasos clave que garantizan que el proyecto se desarrolle correctamente, tanto desde el punto de vista técnico como legal.
¿Qué es una comunidad solar en un edificio residencial?
Una comunidad solar es una instalación de energía solar en comunidades de vecinos que se realiza de forma colectiva en un espacio común del edificio, generalmente en la azotea. Esta instalación permite que varios vecinos puedan generar y consumir su propia energía limpia, reduciendo su factura eléctrica y su dependencia de la red convencional.
A diferencia de las instalaciones individuales, en una instalación solar en comunidades de vecinos la energía producida se reparte tanto entre los consumos comunes del edificio, como la iluminación de escaleras, ascensores, garajes o piscinas, como entre las viviendas de los vecinos que decidan adherirse al proyecto.
Gracias al modelo de autoconsumo solar en comunidades de vecinos, no es necesario realizar obras dentro de cada vivienda ni cambiar de compañía eléctrica. La energía se distribuye de forma virtual a través de la red existente, y cada participante ve reflejado el ahorro directamente en su factura de luz.
En Soldelia acompañamos a las comunidades de propietarios durante todo el proceso para que acceder a la energía solar sea sencillo, seguro y adaptado a las características específicas de cada edificio.
¿Qué se necesita para poner en marcha una comunidad solar en una comunidad de vecinos?
Antes de iniciar una instalación solar en comunidades de vecinos, es fundamental cumplir una serie de requisitos técnicos y legales que aseguren la viabilidad del proyecto. Uno de los pasos más importantes es obtener el acuerdo de la comunidad de propietarios a través de una votación en Junta de Vecinos.
Según la normativa vigente, para poder utilizar la cubierta del edificio con fines de eficiencia energética, como la instalación de placas solares, es necesario pedir permiso a la comunidad de vecinos y lograr la aprobación de la mayoría simple de los propietarios presentes en la Junta. Esta autorización debe quedar recogida de forma oficial en el acta de la reunión.
En Soldelia facilitamos este proceso solicitando a las comunidades una copia del acta de aprobación, documento imprescindible para comenzar con el estudio técnico y económico de viabilidad. Con esta base legal garantizada, podemos diseñar una instalación de autoconsumo solar en la comunidad de vecinos adaptada a las necesidades reales del edificio y de sus propietarios.
Contar con el consentimiento previo de la comunidad no solo es un requisito legal obligatorio, sino también una garantía de éxito para el proyecto, ya que asegura que todos los vecinos adheridos entienden y apoyan la iniciativa desde el principio.

¿La energía solar en comunidades de vecinos es solo para zonas comunes o también para las viviendas?
Una de las grandes ventajas de las comunidades solares es su flexibilidad. La energía producida por la instalación puede destinarse de dos formas principales, adaptándose a las necesidades de cada edificio:
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Para alimentar zonas comunes del edificio
La energía solar puede cubrir el consumo eléctrico de áreas como la iluminación de portales y escaleras, el funcionamiento del ascensor, sistemas de ventilación o climatización, garajes, bombas de agua o depuradoras de piscinas. Todo ello se traduce en un ahorro significativo en las facturas colectivas de la comunidad.
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Para el consumo individual de los vecinos adheridos
Además de abastecer los servicios comunes, la instalación permite repartir la energía entre los vecinos que decidan participar en el proyecto. Cada hogar adherido recibe una parte proporcional de la producción solar, reflejada directamente en su factura eléctrica mediante el sistema de compensación por autoconsumo compartido.
Una de las mayores ventajas es que no es necesario realizar obras ni instalaciones dentro de cada vivienda. La energía se reparte de forma virtual a través de la red existente, permitiendo que cada vecino disfrute del ahorro energético sin cambiar de comercializadora ni alterar su suministro habitual.
Beneficios de crear una comunidad solar en un edificio de vecinos
La instalación de una comunidad solar en un edificio residencial ofrece múltiples ventajas tanto a nivel económico como ambiental y patrimonial:
- Ahorro económico inmediato: Los vecinos adheridos pueden reducir de forma considerable su factura de electricidad, al consumir directamente la energía solar generada en el propio edificio. Gracias al modelo de autoconsumo solar en comunidades de vecinos, los ahorros se reflejan mes a mes en la factura eléctrica, sin necesidad de inversión inicial ni costes ocultos.
- Aumento del valor del inmueble: Contar con una instalación de energía solar en comunidades de vecinos mejora la eficiencia energética del edificio, lo que incrementa su valor de mercado. Es un factor diferencial que cada vez valoran más compradores e inquilinos.
- Mayor independencia energética: Apostar por una instalación solar permite a la comunidad depender menos de las compañías eléctricas tradicionales y de las fluctuaciones del mercado energético. El edificio genera parte de su propia energía de manera limpia y predecible.
- Reducción de la huella de carbono: Contribuir al medioambiente es otra de las grandes motivaciones. La energía solar es una fuente renovable que no emite CO₂, por lo que las comunidades solares ayudan a combatir el cambio climático desde el ámbito local.
- Facilidad de integración: Gracias a la distribución virtual de la energía, no es necesario realizar obras dentro de las viviendas ni cambiar de comercializadora eléctrica. Todo el proceso es sencillo, transparente y adaptado a las necesidades de cada comunidad.
¿Y si hay un apagón? La opción de añadir baterías solares
Aunque las comunidades solares en comunidades de vecinos están conectadas a la red eléctrica general, existe la posibilidad de incorporar sistemas de almacenamiento mediante baterías solares para aumentar aún más la autonomía energética del edificio.
Estas baterías permiten almacenar el excedente de energía solar generado durante las horas de mayor producción, como el mediodía, para utilizarlo más tarde, especialmente por la noche o en momentos de mayor demanda. Además, en caso de una interrupción en el suministro eléctrico —un apagón—, contar con baterías puede ser fundamental para mantener operativos los servicios comunes críticos, como la iluminación de portales y escaleras, el ascensor, la puerta del garaje o los sistemas de seguridad. Incluso, según el diseño del sistema, algunos consumos esenciales de las viviendas adheridas podrían seguir funcionando.
El reciente apagón masivo que afectó a millones de personas en España el 28 de abril de 2025 ha dejado claro que contar con sistemas de almacenamiento energético en comunidades de vecinos ya no es solo una opción estratégica, sino una necesidad para garantizar la continuidad del suministro.
La inversión de baterías no es obligatoria en una instalación solar en comunidades de vecinos, pero cada vez más comunidades valoran esta opción como un refuerzo estratégico que proporciona mayor seguridad, continuidad en el suministro y un control más eficiente sobre la energía generada.